Geles de ducha

A pesar de que a primera vista parecen muy similares, los jabones líquidos y los geles de ducha son dos productos diferentes. La principal diferencia entre ellos reside en la composición. El jabón se obtiene al mezclar grasas (generalmente de origen vegetal) con álcali, mientras que el gel se compone de agua, detergentes y muchas otras sustancias necesarias para que huela bien, se vea atractivo y no se eche a perder en poco tiempo. 

Además, los geles de ducha tienen ventajas ante los jabones, ya que no irritan ni resecan la epidermis, hacen espuma mejor con agua dura y no se quedan en la piel ni en la bañera después de bañarse.

¿Cuándo aparecieron?

La producción industrial del jabón se puso en marcha en los años 30 del siglo pasado. Desde aquel entonces, se volvió más asequible y muy pronto apareció en todos los hogares. Sin embargo, la aspiración de los humanos a aún mayor comodidad de vida condujo a la invención del antecesor del gel de baño, el jabón líquido, en 1865. Y los geles de ducha en sí aparecieron sólo en la década de 1970.

De verdad, los inventaron para cumplir con las realidades del nuevo estilo de vida: por un lado, las personas se volvieron más ocupadas, y por otro, en lugar de bañarse dos o tres veces por semana, comenzaron a ducharse al menos una vez al día.

Geles de ducha para todos los gustos

Muchos siglos atrás, los cosméticos eran el privilegio de unos pocos, pero hoy cualquiera de nosotros puede comprar tantos como quiera. En los estantes de las tiendas modernas se encuentra una amplísima variedad de productos de higiene con efectos refrescantes, hidratantes, exfoliantes y así sucesivamente. Sin embargo, todos ellos se pueden dividir en los siguientes tipos básicos:

• Perfumados: pueden imitar el aroma del perfume particular o tener su propio.
• En crema: no resecan la epidermis, como lo hacen los jabones, ya que contienen glicerina y otros ingredientes suavizantes.
• Exfoliantes: gracias a las partículas especiales en su composición ayudan a deshacerte de las células muertas de la piel.
• Antibacterianos: ayudan a solucionar el problema de las erupciones cutáneas. 

Con eso y con todo, antes de hacer la elección, siempre vale la pena consultar todas las opciones disponibles, comparar sus precios y características y leer atentamente las etiquetas.

¿Cómo elegir geles de ducha?

Los factores que hemos mencionado anteriormente son los principales a tener en cuenta, pero, al elegir un gel de baño, hay unas cosas más a las que también deberías prestar tu atención: 

• elige un producto adecuado para tu tipo de piel;
• si lo compras para un niño, verifica si es adecuado para los pequeños;
• para la gente con la piel seca y sensible se recomienda optar por productos naturales sin perfumes y colorantes;
• si necesitas un gel exfoliante, vale la pena comprar uno con partículas naturales, como azúcar, sal marina, café molido o semillas de fresa o frambuesa.

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